Esta modalidad de explotación piscícola más relacionada al turismo es sin duda la que menos afecta el ecosistema ictiológico de la región.

Quizás es la que mejores beneficios económicos y de conservación ambiental pueda llegar a aportar en un futuro, ya que, como es sabido, en la ética de la pesca deportiva se devuelve al pez a su origen una vez cogido, pesado y registrado. 

De acuerdo con la opinión de algunos sitios web especializados en el tema, la región amazónica constituye un lugar privilegiado para este deporte por la diversidad y tamaño de los especímenes propios de las cuencas que atraviesan el Amazonas. Entre ellos se mencionan los siguientes:

• El tucunaré (peacok bass): especie icónica de la laguna jatun cocha en el Yasuní. El cual es un predador voraz del que según se dice suele morder anzuelos que no tienen carnada. El mismo recibe distintos nombres según sus características: zú (gigante), Paca (pintado), Pitanga (oscuro), Borboleta (mariposa). 
• Al Arapaima o piache, se considera el pez de escamas más grande del Amazonas y uno de los más grandes de agua dulce en el mundo. Hay muchos rumores sobre esta especie. El piache llega a medir casi dos metros y medio y a pesar cerca de 300 kilogramos. Su cuerpo en forma de torpedo está cubierto de escamas negras brillantes y su cabeza tipo serpiente se encuentra blindada por un armazón satinado de color moho. De noche sus ojos verdes fulguran, como un zombi.
• También podemos realizar la pesca en lugares estratégicos del majestuoso rio napo donde podemos pescar varias especies como: Bagres (catfish), Surubín (barred sorubim), Caraparí (tigre sorubim), Barbado (flatwhiskered catfish), Dorado, Piraíba